Estudiantes de Puebla lograran crear losetas a partir de residuos de PET

Según estimaciones de la Secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT), en nuestro país se consumen nueve mil millones de envases y embalajes de PET, y al menos 900 millones de botellas terminan tiradas en la vía pública, además de llegar a ecosistemas como lo son los bosques, playas y ríos.

Debido al alto consumo que genera este residuo (PET), alumnos de la carrera de Ingeniería en tecnologías de manufactura y profesores de la Universidad Politécnica de Amozoc en Puebla (UPAM) han podido implementar un proyecto que trata de crear adoquies o losetas a partir de la disposición de botellas de PET.

En una entrevista que realizó la Conacyt al maestro de la Universidad en Puebla, Antonio Zamora Rodríguez, subdirector académico, explicó que estas losetas que se crean en la Universidad Politécnica de Amozoc (UPAM) se han creado a partir de los desechos de PET de la misma universidad y cada pieza tiene una vida útil de 20 años aproximadamente, sin embargo, si este PET reciclado se combina con PET puro y otros aditivos, esta vida podría prolongarse aún más.

“Tiene varias ventajas porque es un polímero, consecuentemente posee características de larga duración, ya que no se desintegra fácilmente por el medio ambiente. El molde fue diseñado con una estructura específica en forma de hexágono, con soportes transversales para reforzarlo y evitar que se quiebre al ser utilizado como piso de tránsito ligero”.

El objetivo a largo plazo es generar una empresa de materiales alternativos para la construcción donde las losetas de PET sean una opción para cualquier proyecto arquitectónico.

Su proceso es altamente ahorrativa, ya que se utiliza un maquinado numérico por computadora que valida el diseño, generando un código para crear el mole a partir de una pieza de metal por el CNC (Centro Numérico por Computadora), y de no utilizar este método, se tendría que invertir 90 mil pesos aproximadamente.

La profesora e investigadora de la Upam, Mónica Alejandra, comentó que la primera fase fue la recolección del PET que se encontraron en las instalaciones de la universidad, para después retirarle las etiquetas junto con las tapas.

Posteriormente, las botellas de PET se trituran para formar así pedazos de un centímetro de longitud que se colocan en la máquina inyectora de plástico que se programa a la temperatura exacta para fundir el PET e inyectarlo al molde ya diseñado por los estudiantes.

“Aproximadamente con tres botellas de PET de dos litros se hace una pieza hexagonal de cinco centímetros de apotema. Además, se encuentra en fase de desarrollo la manufactura de teja mediante el mismo proceso de reciclaje, para cubrir techos u otros materiales de construcción”.

Finalmente, comentó que el proyecto combina distintas áreas, por ejemplo , el diseño asistido por computadora, el moldeado 3D, el manejo de maquinaria CNC y la inyección de plásticos para crear materiales en serie para un enfoque social.