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ESTE ES EL PODER DE LAS REDES SOCIALES

  • Foto del escritor: pedro mendez
    pedro mendez
  • 27 mar 2018
  • 2 Min. de lectura

Después de un largo día de trabajo, me quito los zapatos, me pongo mi ropa más cómoda y me acuesto un buen rato. Pongo mi serie favorita y justo cuando acaba el capítulo, opto por tomar el celular.

Debo confesar que soy la típica que se la pasa compartiendo memes, soy muy básica y prácticamente todo me da risa, así que me la paso compartiéndolos porque cuando los vuelva a ver, sé que me reiré un buen rato.

Así que estoy en compartiendo mis memes, llego a la publicación de desamor, veo que la compartió uno de mis amigos, sigo bajando, encuentro otra compartida que habla del trabajo… continúo en Facebook y veo una de infidelidad.

Rápidamente pienso: esta persona se peleó con su pareja, esta odia su lugar de trabajo, a esta seguro la engañaron. Entonces analiza, ¿esto pensará la gente de mis publicaciones?

Recordé todos los memes que he compartido, de amor, desamor, laborales, de amistad, deportes, etc… Y me di cuenta de lo rápido que hacemos prejuicios, cómo creemos que una publicación refleja la vida de alguien.

Tal vez en algún punto sí es algo que le pasó, o simplemente como a mí, le dio risa o hubo algo que los llevó a compartir esa imagen, ese meme o ese texto. Pero qué sencillo es creerle una vida ficticia a los demás.

Vivimos en un era que se toma las redes sociales muy a pecho, que si puso su relación y llevan dos meses saliendo, si se la pasan subiendo fotos de sus miles de idas a la disco, que si ya cambió de novio y mil situaciones más.

¿Pero a nosotros qué nos importa esto? Honestamente, es muy cierto que si no quieres que alguien se meta en tu vida, no deberías darles pie a que sepan de ella, pero poner algo en tus redes sociales, no les da derecho a meterse.

Lo que me lleva a pensar, ¿existe algo que nos dé el derecho de meternos en la vida de los demás? Creo que si alguien te tiene en sus amigos, es por algo, si se la pasan subiendo, fotos o videos de lo que sea, es porque quieren compartirlo contigo.

Y creo que este debería ser el propósito de las mismas, compartir y/o convivir. ¿En qué momento comenzamos a creer que convivir en una red social nos da el derecho de juzgar a los demás?

Seamos sinceros, ¿en qué momento se convirtió motivo de tachar a alguien presumido o de querer llamar la atención sólo por lo que pone? La verdad, qué flojera vivir en un mundo en el que nos juzgamos por lo que compartimos, sin saber por qué lo hicimos.

Las redes sociales deben ser libres de usarse cómo cada uno decida, sin juzgar o sin envidiar. Al final del día, lo que pensamos o decimos de los demás, refleja más lo que sentimos por uno mismo.

Así que corre y realiza un búsqueda de juicios y prejuicios, al final, sólo tu sabes el significado de tu perfil.


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