La investigación del ataque a espía ruso se amplía después de que los médicos trataran a 21 personas

La investigación sobre el intento de asesinato de Sergei Skripal se ha ampliado, ya que la policía selló las tumbas de su difunta esposa, Liudmila, y su hijo, Alexander, y confirmó que un total de 21 personas habían sido tratadas como resultado del incidente.

El oficial de policía que estuvo expuesto al agente nervioso usado en los Skripals, nombrado el jueves como DS Nick Bailey, se mantuvo en una condición seria pero estable.

El uso de una toxina nerviosa, que generalmente solo se almacena en las reservas militares estatales, se considera un indicador clave de la posible participación del Kremlin. El jueves, la embajada rusa en Londres envió un tweet sarcástico que decía de Skripal: "En realidad, era un espía británico que trabajaba para el MI6".

Moscú ha negado repetidamente que tenga algo que ver con el ataque, la misma línea utilizada cuando el oficial del FSB Alexander Litvinenko fue envenenado en 2006 con una taza de té radiactivo. Una investigación pública, una década después, dictaminó que el Kremlin había ordenado el golpe.

El ataque de Salisbury dejó a Skripal y su hija en estado de coma la tarde del domingo pasado, en un banco en el centro comercial Maltings.

Los detectives intentarán establecer cómo se entregó la toxina y, sobre todo, dónde. Una fuente sugirió que Bailey estuvo expuesto al agente nervioso desde el interior de la casa de Skripal y no en el centro de la ciudad, como se pensaba anteriormente.

Se entiende que el cordón en el cementerio está en primer lugar para mantener a los medios lejos de las tumbas de Liudmila Skripal, quien murió de cáncer en 2012 a la edad de 59 años, y Alexander Skripal, que murió en marzo del año pasado en San Petersburgo, de 43 años.

No hubo señales de actividad en el sitio, pero es probable que la mala suerte de la familia haga que la policía examine si Liudmila y Alexander pudieron haber sido víctimas del mismo juego sucio.

INFORMACIÓN DE THE GUARDIAN